Cada verano se activa el Plan Nacional de Acciones Preventivas contra los efectos del exceso de temperaturas. El objetivo de este Plan es reducir el impacto sobre la salud de la población como consecuencia del exceso de temperatura, y es prevenir los efectos negativos que el calor excesivo puede tener sobre la salud de los ciudadanos, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables, tales como ancianos, niños y enfermos crónicos, así como en las personas que trabajan o realizan esfuerzos al aire libre.
La exposición a temperaturas ambientales elevadas puede provocar una respuesta insuficiente del sistema termorregulador humano. El calor excesivo puede alterar nuestras funciones vitales si el cuerpo humano no es capaz de compensar las variaciones de la temperatura corporal.
Una temperatura muy elevada produce pérdida de agua y electrolitos que son necesarios para el normal funcionamiento de los distintos órganos. En algunas personas con determinadas enfermedades crónicas, sometidas a ciertos tratamientos médicos y con discapacidades que limitan su autonomía, estos mecanismos de termorregulación pueden verse descompensados.
Desde un enfoque biológico, la exposición a temperaturas excesivas puede provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación, golpe de calor (con problemas multiorgánicos que pueden incluir síntomas tales como inestabilidad en la marcha, convulsiones e incluso coma).
El impacto de la exposición al calor excesivo está influido por el envejecimiento fisiológico y las enfermedades subyacentes.
El Sistema Nacional de Salud resulta clave en el abordaje de los problemas derivados de la exposición a temperaturas excesivas. Dado que la mejor defensa es la prevención se insiste en un decálogo «Disfruta este verano con salud» de recomendaciones generales:
- Beba agua y líquidos con frecuencia, aunque no sienta sed y con independencia de la actividad física que realice.
- No abuse de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.
- Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, preste especial atención a bebes y niños pequeños, mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación, como las patologías cardiacas.
- Permanezca el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrésquese cada vez que lo necesite.
- Procure reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12.00 a 17.00).
- Use ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
- Nunca deje ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a niños, ancianos o enfermos crónicos).
- Consulte a su médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
- Mantenga sus medicinas en un lugar fresco; el calor puede alterar su composición y sus efectos.
- Haga comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.)
Fuente: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, disponible en https://www.msssi.gob.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/planAltasTemp/2017/recomendacionesEstivales.htm