El omeprazol, lansoprazol o pantoprazol forman parte de los fármacos conocidos como antiulcerosos, pero no son antiácidos sino que actúan disminuyendo la producción de ácido por parte del estómago y por ello están destinados al tratamiento de enfermedades debidas a un exceso en la producción de ácido, como puede ser una úlcera gastroduodenal, la enfermedad por reflujo gastroesofágico o en la prevención del daño al estómago por ciertos medicamentos (como los antiinflamatorios).
La dosis habitual es de una cápsula diaria, normalmente por la mañana antes del desayuno. La cápsula debe tragarse entera, no se debe masticar ni se machaque nunca su contenido. El mal uso de estos medicamentos durante periodos excesivos de tiempo o a dosis más elevadas de la recomendada se ha asociado con reacciones adversas.
El efecto que produce implica la disminución de la acidez del estómago (disminuye el pH gástrico) y puede aumentar o disminuir la absorción de otros medicamentos que tengan una absorción dependiente del pH gástrico. De esta forma el omeprazol puede interaccionar con medicamentos como atazanavir, posaconazol, erlotinib, ketoconazol, itraconazol o metotrexato, entre otros. Comunique a su médico si está tomando cualquier otro medicamento.
Por lo tanto, debemos saber que los antiulcerosos son medicamentos y no son inocuos, se deben utilizar con receta médica y cumpliendo siempre con las pautas prescritas.
Fuente:
Noticia DiarioFarma, disponible en https://www.diariofarma.com/2017/03/27/omeprazol-cuando-debemos-tomarlo
Ficha técnica de Omeprazol de la Agencia Española del medicamento, disponible en https://www.aemps.gob.es/cima/dochtml/ft/58377/FichaTecnica_58377.html