El virus del papiloma humano (VPH) es la causa más frecuente de infección de transmisión sexual en el mundo. Tanto mujeres como hombres pueden ser portadores asintomáticos y vehículos de la infección por VPH. La prevalencia de infección varía en las distintas zonas geográficas del mundo pero se considera que cerca del 80% de las mujeres se habrán infectado por, al menos, un tipo de VPH a lo largo de su vida. Estudios epidemiológicos realizados en Europa en mujeres con citología normal, detectan una prevalencia media de infección por VPH del 8,2%. La prevalencia es mayor en las mujeres jóvenes, y a los 25 años de edad se sitúa sobre el 25%. En varones, la prevalencia de infección es más elevada que en las mujeres, con una tasa media estimada del 65% entre los 18 y 70 años, tasa se mantiene estable a lo largo de la vida.
El VPH se transmite principalmente por vía sexual a través del contacto entre las superficies mucosas y cutáneas de sujetos previamente infectados por distintos genotipos de VPH. Se han identificado más de 200 tipos diferentes de VPH, con un tropismo diferenciado: unos son cutaneotrópicos, causantes de lesiones cutáneas, y otros son mucosotrópicos o mucosales, con capacidad de infectar el tracto genital. Entre los VPH mucosales existen unos de alto riego (oncogénicos) relacionados con las neoplasias ano-genitales, y otros de bajo riesgo responsables de los condilomas acuminados y las verrugas genitales. Existen hasta 15 genotipos oncogénicos confirmados, siendo los tipos 16 y 18 responsables de aproximadamente el 70% de todos los cánceres de cérvix, y junto con los tipos 16, 18, 45, 31, 33 y 52 causan más del 85% de los casos. Son VPH mucosales de bajo riesgo los genotipos 6 y 11 causantes de hasta el 90% de las verrugas genitales en ambos sexos.
Además, se ha confirmado la asociación de los VPH de alto riesgo con lesiones neoplásicas extragenitales en ambos sexos, a nivel de cabeza y cuello, específicamente en cavidad oral, orofaringe y laringe. Recientemente, se ha encontrado también evidencia de que la infección por VPH, especialmente de los tipos 16 y 18, puede aumentar significativamente el riesgo de algunos subtipos de cáncer de pulmón.
Estrategias preventivas frente al VPH
- La utilización del preservativo reduce el riesgo de contagio del VPH, aunque solo lo evita en un 60-70% de los casos debido al contacto de zonas genitales no cubiertas por el mismo o a su uso inadecuado.
- La citología mediante la técnica de Papanicolau ha sido y es fundamental como técnica de cribado, contribuyendo de forma determinante a la reducción de la morbilidad y mortalidad por cáncer de cérvix en más de un 75% en las poblaciones en que se utiliza de forma sistemática y continuada, gracias a la detección precoz de lesiones preneoplásicas.
- La vacunación profiláctica frente a la infección por papilomavirus, al evitar la infección persistente por los VPH y el desarrollo de las lesiones preneoplásicas que ocasiona, se convierte en una estrategia preventiva de primer orden frente a las neoplasias ano-genitales y, de forma específica, para el cáncer de cérvix.
Vacunas frente al virus VPH
En la actualidad hay tres vacunas comercializadas. Son vacunas inactivadas que contienen proteínas estructurales L1 (VLPs) no infecciosas obtenidas por técnicas de recombinación genética:
- Cervarix® (bivalente que contiene VLPs de los genotipos de alto riesgo VPH16 y VPH18).
- Gardasil® (tetravalente que contiene VLPs de los genotipos de alto riesgo oncogénico VPH16 y VPH18 y de los de bajo riesgo oncogénico VPH6 y VPH11).
- Gardasil 9® (nonavalente que contiene VLPs de los genotipos de alto riesgo oncogénico VPH16, VPH18, VPH31, VPH33, VPH45, VPH52, VPH58 y de los de bajo riesgo oncogénico VPH6 y VPH11).
La primera vacuna que se autorizó por la EMA en 2006 fue la tetravalente, le siguió en 2007 la bivalente y en 2015 la nonavalente. Desde finales de 2016 en EEUU solo se distribuye la nonavalenate. En España sólo está disponible la cuatrivalente en aquellas CCAA que aún la utilizan en su programa de vacunación sistemática, no siendo posible ya su compra en farmacias.
En 2009 la OMS recomendó la vacunación sistemática frente al VPH y a fecha de diciembre de 2019, un total de 124 países tenían implementados programas nacionales de inmunización para la vacunación contra el VPH. La Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación sistemática frente al VPH con independencia del género, preferentemente a los 12 años, para prevenir el cáncer cervical en la mujer, y el anal y las lesiones precancerosas del tracto genital tanto en la mujer como en el varón.
En el calendario de vacunación del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, la vacuna frente a VPH se incluyó en 2008. En la Comunidad Valenciana únicamente está financiada Cervarix® para niñas a partir de los 9 años de edad para la prevención de lesiones ano-genitales premalignas (cervicales, vulvares, vaginales y anales) y cáncer de cérvix y ano causados por determinados tipos oncogénicos del Virus del VPH. La posología es de dos dosis: 0 y 6 meses en niñas de 9 a 14 años inclusive y de 3 dosis (0, 1 y 6 meses) en mujeres de 15 años en adelante. Por otra parte, Gardasil 9® sólo tiene financiación para grupos de riesgo: hombres que tienen sexo con otros hombres hasta los 26 años, mujeres en tratamiento escisional y personas con infección por VIH.
Fuentes (consultadas 14/03/2022)
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