Un exceso de calor puede alterar las funciones vitales cuando el organismo es incapaz de compensar las variaciones de temperatura corporal y puede provocar problemas como la insolación o el golpe de calor, o incluso agravar patologías previas existentes.
Nuestro organismo está compuesto de un 60% de agua. La pérdida de agua y sales minerales por el sudor, si no se repone, produce síntomas como dolor de cabeza, mareos, debilidad muscular o calambres, náuseas y vómitos e incluso pequeñas elevaciones de la temperatura corporal.
Los días de calor intenso obligan al cuerpo humano a un esfuerzo de adaptación para mantener la temperatura corporal normal: se suda más, nuestras venas se dilatan… Este esfuerzo es mayor durante una primera ola de calor ya que el cuerpo aún no está acostumbrado a las altas temperaturas. También cuando el calor continúa durante varios días, si las noches son cálidas, o cuando hay mucha humedad y no hay viento.
En estas circunstancias, puede producirse lo que se conoce agotamiento por calor debido a la sudoración excesiva, que reduce los fluidos corporales y la restauración de las sales. Sus principales síntomas son debilidad, fatiga, mareos, náuseas y desmayo. Si se sufren, se debe descansar en un lugar fresco y beber zumos o bebidas isotónicas diluidas en agua. Si los síntomas empeoran o duran más de una hora se debe consultar a un profesional sanitario.
En los casos más graves, se puede dar un golpe de calor. Esto ocurre cuando el cuerpo es incapaz de controlar la temperatura y esta se va incrementando rápidamente, pudiendo superar los 40°C. Sus principales síntomas son sequedad y piel roja, taquicardia y respiración acelerada, dolor intenso de cabeza, confusión, convulsiones y pérdida de conciencia. En estos casos se debe actuar con rapidez y llamar a urgencias y, mientras se espera, llevar a la persona a un lugar fresco, enfriar el cuerpo con paños de agua fría o una ducha fría, no dar nada de beber y permanecer en una habitación oscura.
Ante la llegada de una ola de calor, les recordamos consejos básicos para protegerse, prestando especial atención a las personas mayores y a personas con enfermedades crónicas:
- Hidratación. Beber agua y líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que se realice a lo largo del día. Evite las bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína., ya que pueden favorecer a la deshidratación.
- Hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor, como ensaladas, frutas, gazpachos, verduras, zumos…
- Mantener las medicinas en un lugar fresco ya el calor puede alterar su composición y sus efectos.
- Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar, preferiblemente de colores claros.
- Mantener el hogar fresco. Use ventiladores o aire acondicionado para enfriar su hogar. Durante el día, mantenga persianas bajadas y apague la mayor cantidad posible de dispositivos eléctricos.
- Reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre en las horas centrales del día.
- Mantenerse alejado del calor. Permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que se necesite. Evite salir y realizar actividades extenuantes durante el momento más caluroso del día.
- Nunca dejar a ninguna persona ni animal en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a niño, mayores o personas con enfermedades crónicas).
- Si tiene que permanecer en el exterior procure estar a la sombra, usar ropa ligera, sombrero, protección solar y gafas de sol adecuadas. Utilice un calzado fresco, cómodo y que transpire.
- Si se encuentra mal a consecuencia del calor, pare la actividad que esté desarrollando, intente situarse en un lugar fresco y pida ayuda.
Estas medidas de prevención tienen aún mayor importancia en aquellas personas consideradas de riesgo, como bebés y niños y pequeños, embarazadas o madres lactantes, así como personas mayores o con enfermedades crónicas que puedan agravarse con el calor, como las enfermedades cardíacas, renales, diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, patologías que dificultan la movilidad, demencia y otras enfermedades mentales.
Fuentes (consultadas 13/06/22)
https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/calor.htm
https://www.saludcastillayleon.es/es/salud-estilos-vida/consejos-ola-calor
https://www.micof.es/ver/34615/ola-de-calor-%C2que-precauciones-se-deben-tomar.html
Precaución ante la ola de calor
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