La enfermedad de Crohn pertenece a un grupo de afecciones conocidas como Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
Es un proceso inflamatorio crónico del tracto intestinal principalmente, aunque puede afectar cualquier parte del tracto digestivo desde la boca hasta el ano e incluso en ocasiones puede afectar otros órganos (inflamación de los ojos, la piel o las articulaciones).
Se presenta con mayor frecuencia en la parte final del intestino delgado (íleon) y el principio del intestino grueso (ileocecal) y puede aparecer en cualquier etapa de la vida, sobre todo en edades jóvenes, entre 15-35 años.
Se trata de una enfermedad autoinmune, donde sobre una predisposición genética hay una alteración a nivel inmunológico (sistema de defensa del cuerpo) ante antígenos (cuerpos extraños) alimentarios o bacterianos, provocando una respuesta anormal. Mediante esta respuesta, el sistema inmunitario del propio cuerpo ataca por error y destruye tejido corporal sano gastrointestinal produciendo inflamación.
Los síntomas de la enfermedad de Crohn dependerán de la parte del tubo digestivo afectada. Suelen aparecer en forma de brotes o periodos de actividad de la enfermedad. Estos brotes se alternan con periodos libres de síntomas en los que el paciente solo tiene que tomar tratamiento de mantenimiento.

Actualmente no existe un tratamiento que cure de forma definitiva esta enfermedad, aunque sí disponemos de medicamento que la controlan. Dentro de los tratamientos que podemos usar para controlar la inflamación encontramos:
- Antibióticos.
- Inmunomoduladores o inmunosupresores.
- Terapias biológicas.
Además del tratamiento farmacológico, mantener una correcta alimentación es esencial para controlar los síntomas de la enfermedad. Por ello, aprovechando el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (19 de Mayo), desde la web de www.tufarmaceuticodeguardia.org ofrecemos una serie de consejos nutricionales a los pacientes con Crohn:
- La dieta debe ser completa, variada y equilibrada, dependiendo de la tolerancia del paciente a los alimentos.
- Evite las comidas abundantes y distribúyalas en 5 ó 6 tomas, procurando comer pequeñas cantidades.
- La tolerancia a los alimentos puede ser distinta según se encuentre o no en “fase de brote”. Por ello, cuando introduzca un alimento nuevo hágalo acompañado de otros que ya sabe que le sientan bien. Así podrá ir viendo cuáles son los que tolera y cuáles no.
- Evite los alimentos que le produzcan malestar. Cuando un alimento sienta mal las molestias suelen aparecer después de 6 horas. Si las molestias aparecen al día siguiente es poco probable que sean debidas a dicho alimento.
- Los síntomas producidos por un alimento dependen de la cantidad del mismo. Empiece con cantidades pequeñas.
- Debe de masticar bien, comer con calma y repose después de las comidas.
- No elimine de su dieta la leche y sus derivados si no tiene intolerancia a los mismos ya que son una fuente importante de calcio y vitamina D. En casos de intolerancia a la Lactosa, se recomienda usar leche sin lactosa.
- Puede tomar fibra vegetal en cantidades normales. Si tiene algún brote de diarrea, debe restringir la cantidad de fibra, productos integrales, salvado de trigo, etc.
- Tome los líquidos y el agua en pequeñas cantidades. Hágalo fuera de las comidas. Si tiene un “brote” ajuste la cantidad de líquidos que toma, a la cantidad de los que pierde con las deposiciones.
Consulta aquí más información sobre la enfermedad de Crohn y los tratamientos disponibles.
Fuentes:
https://www.saludigestivo.es/mes-saludigestivo/enfermedad-de-crohn/ (Consultado 18/05/2021)
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