La mayoría de los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer en relación con la
alimentación desaparece cuando termina el tratamiento. Pero algunos efectos secundarios pueden
durar algún tiempo.
Una buena alimentación le ayudará a recuperar su energía y fuerza, reparar tejidos y contribuirá a que usted se sienta mejor:
- Confirme con su oncólogo si debe restringir algún alimento o seguir una dieta.
- Pídale a su nutricionista que le ayude a crear un plan para una alimentación nutritiva y equilibrada.
- Seleccione una gama de alimentos variados de todos los grupos alimentarios.
- Trate de consumir en todas las comidas del día de frutas y verduras; incluya frutas cítricas y vegetales verde oscuro y amarillo intenso.
- Coma bastantes alimentos altos en fibra, tales como panes y cereales integrales.
- Procure comprar una fruta, verdura, alimento bajo en grasa o producto integral diferente cada
vez. - Hornee o ase los alimentos para disminuir la cantidad de grasa en sus comidas.
- Limite su consumo de carnes rojas (ternera, cerdo o cordero) a no más de 3 a 4 porciones por
semana. - Evite los alimentos curados en sal, ahumados o en escabeche (incluyendo tocino, salchichón y
carnes frías). - Elija la leche y productos lácteos que contengan menos grasa.
- Si tiene sobrepeso, considere perder peso al limitar la cantidad de calorías y aumentar su nivel de
actividad. Escoja actividades que le agraden. Asegúrese de consultar con su médico antes de comenzar cualquier un plan de ejercicios.
Fuente: Cómo alimentarse bien después del tratamiento. Cancer.org. Disponible en https://www.cancer.org/es/tratamiento/supervivencia-durante-y-despues (Consultado 31/1/20).
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