La hipertensión es el principal contribuyente a la mortalidad y la discapacidad en todo el mundo. Según la OMS, afecta aproximadamente a 1.000 millones de personas y se le atribuyen el 51% de las muertes por accidentes cerebrovasculares y el 45% de las muertes por enfermedades cardíacas. Una de las causas más comunes de su aparición es la desregulación de los electrolitos sodio, cloro y potasio.
Las investigaciones realizadas en los últimos años han demostrado claramente que la dieta occidental, rica en sal (y por lo tanto sodio) en la que los alimentos elaborados están cada vez más presentes en detrimento de las frutas, verduras y fibra, conduce a la hipertensión. En este sentido, la OMS es estricta y recomienda consumir menos de 5 gramos de sal al día.
¿Por qué es importante el potasio?
El potasio es el tercer mineral más abundante en el cuerpo, necesario para la correcta función de varios órganos, incluyendo el corazón, los riñones, el cerebro y los tejidos musculares.
Las últimas evidencias científicas sugieren que el aumento de potasio en la dieta podría ser clave para reducir la presión sanguínea. Permite la hidratación de las células y favorece eliminación del exceso de sodio a través de la orina. Sin el potasio, el sodio se acumula en sangre provocando el aumento de agua en el torrente sanguíneo, lo que lleva a elevar la presión sobre las paredes de los vasos siendo la consecuencia final el aumento de la presión arterial.
¿Cuánto potasio debemos consumir?
Según la OMS, los adultos deben consumir un mínimo de 3,5 gramos de potasio al día para disminuir la presión arterial, frenar los efectos de la sal y reducir el riesgo de cálculos renales y pérdida ósea.
El potasio se encuentra en una gran variedad de alimentos no refinados como: las legumbres (soja, habas, alubias, guisantes), las verduras (espinacas, acelgas, perejil, col rizada, patata, setas), las frutas (plátano, aguacate, kiwi, papaya, melón) y los frutos secos (pistachos, almendras, piñones, nueces). El procesamiento de los alimentos reduce la cantidad de potasio en muchos productos alimentarios. Así, una dieta rica en alimentos procesados y baja en frutas y hortalizas frescas aporta un exceso de sodio y un déficit de potasio lo que lleva a aumentar la probabilidad de sufrir hipertensión.
Suplementos y medicamentos
A modo general, no se recomienda tomar suplementos de potasio. En su lugar, debe consumirse variedad de alimentos sin procesar ricos en potasio todos los días. Será el médico si quien tras evaluar sus niveles de potasio valore si necesita un suplemento o no. Automedicarse no es conveniente, comer saludable y variado sí está en sus manos.
Por otra parte, es importante resaltar que algunos medicamentos pueden aumentar o disminuir los niveles de potasio. Suben los niveles: los antiinflamatorios no esteroideos, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina que se emplean en el tratamiento de la hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca crónica y enfermedad renal crónica (captopril, enalapril, lisinopril, ramipril), los betabloqueantes (atenolol, metoprolol, propranolol) y otros como la heparina, la ciclosporina y el antibiótico trimetoprim/sulfametoxazol. Y los bajan: los diuréticos del asa como la furosemida o la torasemida.

Fuentes:
https://mhunters.com/es/blog/hipertension-arterial-la-sal-y-el-potasio/ Consultado el 13/05/2021
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/salt-reduction Consultado el 13/05/2021
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