La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurodegenerativa y crónica que afecta gravemente la movilidad del individuo produciendo una discapacidad progresiva. Constituye el trastorno neurológico más frecuente entre los jóvenes después de la epilepsia y sus síntomas suelen manifestarse entre los 20 y 40 años de edad. En el momento actual se estima que hay aproximadamente 2,5-3 millones de pacientes en todo el mundo y unos 55.000 en España. Las mujeres son tres veces más propensas a desarrollar esta enfermedad para la que no existe ningún tratamiento curativo. Los tratamientos disponibles están dirigidos a modificar la evolución de la enfermedad y paliar los síntomas.
En la EM, el propio organismo emprende un ataque inmunológico contra sí mismo que daña la mielina, una sustancia que recubre las fibras nerviosas. En consecuencia, la habilidad de los nervios para conducir las órdenes del cerebro se ve interrumpida. Estos fallos del sistema inmunológico se atribuyen a una predisposición genética en combinación con factores ambientales como son: los niveles de vitamina D en relación a la exposición solar, el hábito tabáquico, consumo de sal, la obesidad en la adolescencia, la microbiota intestinal y la exposición a diferentes agentes infecciosos. En concreto, el virus Epstein-Barr (VEB) se considera, desde hace tiempo, como uno de los posibles factores biológicos implicados en el desarrollo de la EM. Este virus es de la familia de los herpesvirus y es muy común entre humanos, aunque muchas veces no supone desarrollar ninguna enfermedad. Es conocido por ser el causante de la mononucleosis infecciosa, también llamada “la enfermedad del beso”.
Si bien varios estudios proporcionan pruebas sólidas de que la mononucleosis infecciosa es un factor de riesgo importante para desarrollar EM, también es cierto que la altísima prevalencia de seropositividad al VEB en la población general (95%) y la frecuencia relativamente baja de incidencia de EM plantea un gran desafío para probar la causalidad directa entre el riesgo de desarrollar la enfermedad y la infección viral previa.
El reciente estudio de la Universidad de Harvard publicado el pasado 13 de enero en Science es una evidencia más de que existe una relación entre el VEB y la EM. Los datos permiten a los autores concluir que una infección por VEB multiplica por 32 el riesgo de padecer EM, hecho que no se replica con otros virus que analizaron como el citomegalovirus. Además, establecen una secuencia entre la infección por el virus y la aparición de la enfermedad, gracias a un biomarcador que está revolucionando la investigación en neuroinmunología. Se trata de los neurofilamentos presentes en el suero que permiten determinar daño cerebral en sangre periférica. En el estudio los autores fueron capaces de ver este marcador elevado en sangre periférica 6 años antes de que los pacientes fueran diagnosticados de EM.
Así que para dar respuesta a la pregunta del título de esta reseña acudimos a la opinión de los expertos mundiales en EM que afirman que es probable que la infección por el VEB sea necesaria, pero no suficiente, para desencadenar el desarrollo de la EM. Hay que dejar claro que si has padecido mononucleosis infecciosa no significa que vayas a tener EM en el futuro. La clave se encuentra en el otro sentido. Si no has sido infectado por el VEB, es muy poco probable que desarrolles EM.
En cualquier caso, este estudio y la evidencia anteriormente disponible entre el VEB y la EM abre varias posibilidades de nuevos tratamientos para hacer frente a la EM dirigidos contra el VEB como los antivirales o las vacunas. La vacuna contra este patógeno se persigue sin éxito desde los años ochenta, pero se están redoblando los esfuerzos y entre ellos, la empresa estadounidense Moderna, acaba de iniciar un ensayo en humanos de una vacuna. Serán los estudios a largo plazo con población vacunada los que permitirán comprobar si desciende la incidencia de la EM en estos individuos frente a los no vacunados.
Fuentes (consultadas 17/01/22):
- https://elpais.com/ciencia/2022-01-13/un-macroestudio-senala-al-virus-de-la-enfermedad-del-beso-como-causa-principal-de-la-esclerosis-multiple.html?ssm=TW_CM_MAT
- https://www.science.org/content/article/two-decades-soldiers-medical-records-implicate-common-virus-multiple-sclerosis
- https://esclerosismultiple.com/virus-epstein-barr-y-esclerosis-multiple-nueva-evidencia/
- https://www.sen.es/noticias-y-actividades/noticias-sen/3034-virus-de-epstein-barr-y-em-comunicado
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