El sistema renina-angiotensina-aldosterona es un sistema hormonal que regula la presión sanguínea y el balance de sodio y potasio del cuerpo. La renina es secretada por el riñón y activa una reacción en cadena cuyo último producto es la Angiotensina II. Ésta aumenta la tensión arterial y además también se encarga de la liberación de aldosterona. La aldosterona a su vez produce una retención por parte de los riñones de sodio y potasio, que deriva en una retención de agua que todavía aumenta más la tensión arterial.
Los medicamentos que actúan sobre el sistema renina-angiotensina, en particular los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA II) se utilizan para reducir la tensión arterial en pacientes que tienen hipertensión, sobretodo cuando los pacientes presentan además alteraciones cardiovasculares o diabetes.
Tras la aparición del nuevo coronavirus, muchas han sido las noticias que se han publicado al respecto. Algunas hablan del virus, de la enfermedad, pero hay otras que hablan de las posibles implicaciones que el tratamiento del virus puede tener sobre alguna medicación crónica. En ese sentido, se ha difundido información sugiriendo que el tratamiento con antihipertensivos del tipo IECA como captopril (Captopril®), ramipril (Acovil®, Ramipril®) y enalapril (Acediur, Baripril®) y/o ARA-II como losartan (Cozaar®, Losartan®), valsartan (Co-diovan®, Co-vals®) y telmisartan (Micardis®, Pritor®) podrían ser un factor de riesgo de gravedad para pacientes hospitalizados e infectados por COVID-19. También se ha publicado información sobre los posibles efectos protectores de los ARA-II.
Aún así, hasta el día de hoy no existen datos clínicos que hayan demostrado una mayor gravedad de la enfermedad y de sus síntomas en pacientes tratados con estos fármacos antihipertensivos.
La Sociedad Española de Cardiología también determina que no hay evidencia clínica ni científica para suspender tratamientos con los antihipertensivos nombrados debido a la infección por COVID-19. Por todo ello, y siguiendo también las recomendaciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), recomendamos:
- Si usted está en tratamiento con algún medicamento de estos grupos, debe continuar con el tratamiento. Actualmente no está justificada la modificación de su tratamiento crónico. Una interrupción del tratamiento podría agravar su patología de base, lo cual supondría un factor de riesgo de una mayor gravedad y mortalidad por COVID-19.
Ante cualquier duda, su médico será el que valore la pertinencia de mantener su tratamiento crónico.
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