Tras el primer episodio de COVID-19 hay personas que describen síntomas prolongados y recurrentes, durante semanas o incluso meses, independientemente de la gravedad con la que pasaron la infección. Hasta hace poco tiempo, no se había definido con precisión este concepto lo que obstaculizaba su cuantificación y limitaba la investigación de sus mecanismos de desarrollo y posibles tratamientos.
En Diciembre del 2021, el Grupo de Trabajo de Definición de Casos Clínicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre Condición Post-COVID-19 publicó un artículo con la primera definición consensuada sobre COVID persistente o Long COVID definiéndola como “la condición que ocurre en individuos con antecedentes de infección por SARS-CoV-2 en la que aparecen síntomas que duran al menos 2 meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo.”
Los síntomas y signos asociados a la COVID persistente son muy numerosos y variados, lo que añade complejidad al diagnóstico y tratamiento de este síndrome. Además, es común en el curso la COVID prolongada, la presentación intermitente de los síntomas, la exacerbación de estos con el esfuerzo físico o mental y la llamada “niebla mental”, que engloba síntomas asociados al deterioro cognitivo como pérdida de memoria, desorientación o disminución de la capacidad de concentración.
Los signos y síntomas más frecuente de este COVID persistente son:
- Sistémicos: cansancio, fiebre, debilidad, sofocos y sudoración.
- Neurológicos: deterioro cognitivo, pérdida de memoria, “niebla mental”, alteraciones del lenguaje, alteraciones de la sensibilidad, trastornos del sueño, cefaleas, alteraciones en el gusto y olfato y alucinaciones.
- Psiquiátricos: ansiedad, bajo estado de ánimo y depresión.
- Cardiovasculares: alteraciones del ritmo cardiaco y presión arterial, varices y trombos.
- Dermatológicos: picores, urticaria, exantemas, cambios en la piel y uñas y alopecia.
- Gastrointestinales: molestias, reflujo, intestino irritable, anorexia y diarrea.
- Respiratorios: disnea, tos seca, estornudos y alteraciones en la saturación de oxígeno.
- Otorrinolaringológicos y oftalmológicos: parálisis facial, ojos secos, visión borrosa, dolor de garganta, disfonía y acúfenos.
- Reproductivos, genitourinarios y endocrinos: alteraciones en la menstruación, disfunción urinaria y diabetes.
- Inmunológicos: aparición de nuevas respuestas inmunes o aumento de las existentes.
- Musculoesqueléticos: dolores osteomusculares y articulares.
Para avanzar en el manejo de la COVID persistente es imprescindible contar con las voces de las personas que la padecen y evitar que estas personas se sientan estigmatizadas y no tenidas en cuenta. A raíz de esto, se puso en marcha la plataforma Long Covid Acts Spain que hoy sirve de apoyo a gran cantidad de personas que padece COVID persistente y está consiguiendo mayor visibilidad, reconocimiento e información sobre la que podemos definir como una nueva enfermedad.
Fuentes (consultadas 09/02/2022):
- https://www.redaccionmedica.com/secciones/medicina-familiar-y-comunitaria/covid-persistente-200-sintomas-6-meses-estudio-coronavirus-semg-4076
- https://www.ciberisciii.es/noticias/definen-por-primera-vez-la-covid-persistente
- https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/documentos/Documento_CLINICA.pdf
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