A raíz del reciente desmantelamiento de una red de tráfico de drogas que ha tenido como resultado la incautación de 200.000 pastillas en España y la aprehensión de medio millón de comprimidos ya elaborados a ambos lados del Estrecho, vuelve a recobrar protagonismo el Karkubi. La rama española de la organización se dedicaba en reunir apreciables cantidades de cajas de ansiolíticos en España, mediante la expedición de recetas falsas, para después hacerlas llegar a Marruecos donde se utilizaban para elaborar Karkubi.
¿Qué es el Karkubi?
No se trata de un concepto nuevo. Hace más de 10 años, la prensa española ya lo relacionaba con la corrupción carcelaria en Marruecos, y lo definía como una benzodiacepina que los adolescentes y jóvenes marroquís consumían como “anestésico de conciencia” y signo de elevación de estatus, al estar por encima de los esnifadores de pegamento o gasolina.
Concretamente, el Karkubi, también denominado Droga de los pobres, Cartucho, Recarga, Ampolla roja o Guadalupe, se elabora mezclando psicótropos o barbitúricos comercializados (el clonazepam es el más demandado) a los que les agregan otras substancias como el “maajun”, una popular masa de harina mezclada con hachís en polvo, alcohol, colorantes o incluso pegamento. El producto final son unas cápsulas que se pueden conseguir en el mercado negro marroquí por un precio que oscila entre los 30 y 80 dírham (2,5 y 7 euros) y que pueden desencadenar graves alucinaciones y psicopatías.
Efectos del Karkubi
A pesar de que ni el clonazepam ni el fenobarbital, los medicamentos que constituyen la base de esta droga, suponen ningún riesgo si se emplean bajo prescripción médica y siguiendo las recomendaciones, sus efectos, al combinarse con el hachís, el alcohol y el pegamento, se multiplican y lo transforman en una sustancia muy peligrosa.
Las benzodiacepinas inhiben algunos sistemas de neurotransmisión cerebral, pero en casos de suspensión brusca pueden generar un efecto rebote y generar hiperactividad, una hiperexcitabilidad que, sumada a las otras sustancias como el hachís, puede provocar mucha ansiedad, alucinaciones, irritabilidad o comportamientos agresivos.
En general, el consumo de Karkubi causa alucinaciones y aumenta la agresividad. En algunos casos se ha descrito amnesia, automutilación, ideación suicida y comportamientos psicopáticos.
Además, los consumidores habituales de Karkubi desarrollan un nivel muy alto de tolerancia a las drogas debido a las enormes dosis de ansiolíticos y barbitúricos que ingieren y, entre las muchas complicaciones, también resulta sumamente complicado lograr anestesiarles en caso de necesitar una intervención quirúrgica.
Consumo en Marruecos
En Marruecos, la alarma por el aumento del consumo de la Droga de los pobres no deja de crecer. En Casablanca, por ejemplo, los datos oficiales hablan de que el 20% de los varones y el 15% de las mujeres jóvenes consumen este tipo de sustancias. El Karkubi triunfa en los barrios más desfavorecidos y el éxtasis, procedente de Argelia, entre los ricos.
El Karkubi se consume habitualmente durante los partidos, contribuyendo a que surjan actos de vandalismo o de violencia. Sin embargo, lo más preocupante es que uno de los bastiones de los traficantes son las escuelas y los institutos donde los psicótropos pasan de mano en mano incluso entre niños de 12 años de edad.
En resumidas cuentas, se trata de una droga que actúa directamente sobre el sistema nervioso central y que tiene unos efectos secundarios devastadores, tanto a nivel físico, como psicológico, emocional y social. En España, Karkubi irrumpió con cierta fuerza hace casi dos años durante el confinamiento importada del mercado negro de Marruecos y Argelia, y aunque no se ha descrito un aumento de su consumo desde entonces, debemos estar alerta.
Fuentes (consultadas 25/01/2022):
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