La diabetes es una enfermedad muy común en nuestra sociedad. Las personas que la padecen presentan unos niveles de glucosa, azúcar más comúnmente conocido, en sangre se encuentran por encima de lo normal. La principal causa es una alteración en el páncreas que lo hace incapaz de producir insulina en cantidades suficientes. La insulina es la encargada de transportar la glucosa de la dieta a las células del cuerpo para que se convierta en energía. Al no poder transportar la glucosa a las células, ésta se queda circulando por la sangre, causando daños en los tejidos corporales e incluso llegando a producir complicaciones en el futuro.
Todos medicamentos que se encuentran disponibles en las farmacias están formulados no solo con la sustancia activa que realiza la función determinada en el organismo sino con otras muchas sustancias, llamadas excipientes, que ayudan a dicha sustancia activa a disolverse bien y llegar a la zona del cuerpo donde tiene que ejercer su función. En algunas ocasiones, estos excipientes son sustancias con mucha cantidad de azúcar. Por ello, es importante que tengamos muy claro qué tipo de excipientes conforman un medicamento para evitar que sean perjudiciales para los pacientes diabéticos.
Pero, ¿qué excipientes debemos tener en cuenta y poner especial atención en un paciente diabético?
- Glucosa: Se debe tener precaución en personas con diabetes mellitus siempre que supere los 5 gramos de glucosa por dosis.
- Fructosa: Se utiliza como edulcorante y saborizante. En nuestro organismo se convierte parcialmente en glucosa con lo que eleva el nivel de glucemia. Se puede usar en diabéticos pero con moderación.
- Sacarosa: Es un disacárido formado por dos azúcares: glucosa y fructosa. Se debe tener precaución en personas diabéticas cuando supere los 5 gramos de sacarosa por dosis.
- Galactosa: Se utiliza como agente de recubrimiento y edulcorante de los comprimidos o cápsulas. Se descompone en glucosa por lo que se debe tener precaución en diabetes mellitus cuando se superen los 5 gramos por dosis.
- Lactosa: Es un disacárido formado por glucosa y. Se debe tener precaución en personas con diabetes mellitus siempre que supere los 5 gramos de lactosa por dosis.
- Azucar invertido: Se utiliza como agente de recubrimiento y relleno de cápsulas y comprimidos. Está formado por fructosa y glucosa por lo que no se aconseja su uso en diabetes mellitus cuando se superen los 5 gramos por dosis.
- Aspartamo (E-951): Se utiliza como edulcorante. Se puede utilizar en pacientes diabéticos sin problemas.
- Glicerol (E-422): Se puede consumir en diabéticos pero con precaución ya que puede producir en dosis de más de 10 gramos dolor de cabeza y problemas gástricos.
- Xilitol: Se puede usar en diabéticos sin problema ya que no actúa casi sobre el metabolismo de la glucosa ni de la insulina.
- Lactitol (E966): Se puede tomar en pacientes diabéticos.
- Maltitol (E-965), maltitol líquido (E-965) e isomalta (E-953): Se debe tomar con precaución porque con un consumo excesivo puede producir diarrea o flatulencia.
- Manitol (E-421): Se puede tomar pero con precaución porque puede tener efecto laxante.
- Sorbitol (E-420): Se puede tomar pero con precaución porque puede producir efecto laxante.
Excipientes que hay que evitar |
Excipientes que hay que tomar con precaución |
Glucosa, fructosa, sacarosa, galactosa, lactosa y azúcar invertido |
Aspartamo, glicerol, xilitol, lactitol, maltitol y sorbitol |
Cuando los medicamentos contienen algún excipiente que no es aconsejado para pacientes diabéticos, el médico debe buscar alternativas terapéuticas siempre que considere que la toma de estos medicamentos supone un riesgo mayor que no tomarlos.
Si usted es diabético y advierte que está tomando un medicamento elaborado con alguno de los excipientes comentados anteriormente, coméntelo con su médico y/o farmacéutico.
Fuente: Boticonsejos https://boticonsejos.es/que-excipientes-pueden-tomar-los-pacientes-diabeticos/. Consultado 14/09/2020.
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