La hipertensión pulmonar (HP) es una de las 7.000 enfermedades raras clasificadas por la OMS, que afecta a alrededor de 20 personas por cada millón de habitantes en todo el mundo, independientemente de la edad, condición o sexo.
Se produce por un estrechamiento de las arterias del pulmón, lo que conlleva una mayor dificultad para el paso de la sangre por las arterias y a la elevación de la presión sanguínea media en la arteria pulmonar por encima de 25 mmHg en reposo (cuando lo normal es de 14 mmHg). Debido a este aumento en la presión, el lado derecho del corazón debe hacer un esfuerzo extra para bombear con más intensidad la sangre. Con el tiempo, debido a este trabajo excesivo, el corazón va aumentando de tamaño y perdiendo eficacia.
Se trata de una patología compleja y progresiva, que puede desarrollarse por distintas causas, y puede generar ahogos, desmayos, palpitaciones y agotamiento. Aunque no existe una cura definitiva, en los últimos años han aparecido nuevos tratamientos que ayudan a paliar los síntomas y mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Con motivo del día mundial de la hipertensión arterial (5 de mayo), desde tufarmacéuticodeguardia queremos emitir unas Recomendaciones generales para que estos pacientes lleven unos hábitos de vida saludables.
- Alimentación equilibrada: Añadir a los menús más verduras y hortalizas de temporada, 5 piezas de fruta al día y menos carnes y embutidos. Evitar la sal en las comidas, ya que un consumo excesivo aumenta el volumen de sangre que el corazón tiene que bombear, lo que produce un incremento de la presión.
- No fumar: dejar fumar es la medida más importante para el corazón y los pulmones. Si existen muchas dificultades para dejar de fumar solo, el médico puede indicar un plan de tratamiento para dejar de hacerlo. Además, es muy recomendable evitar el tabaquismo pasivo siempre que sea posible.
- Ejercicio físico moderado: se recomienda eliminar la práctica de actividad física intensa. Aunque realizar ejercicio es esencial para llevar un estilo de vida sano, es preferible empezar de forma gradual, dos veces por semana. Una pauta podría ser: series de ejercicios de media hora, para luego ir incrementando y combinando con aeróbicos y estiramientos.
- Tratamientos: es importante seguir la pauta de administración de fármacos que ha indicado el médico. No hay que suspender ni cambiar la medicación sin consultarlo con él.
- Vacunas: hay que vigilar especialmente no contraer enfermedades que afecten al pulmón. De ahí que se aconseje mantener al día las vacunas antigripal y antineumocócica contra la neumonía.
- Apoyo psicológico: la ayuda de un psicoterapeuta puede ser clave para sobrellevar y afrontar lo que supone sufrir una enfermedad crónica y con tratamiento de por vida. Los especialistas sugieren ese apoyo, sobre todo, después de momentos delicados, como son tras conocer en diagnóstico o en un ingreso hospitalario.
- Viajes a destinos de baja altitud: se recomienda evitar países que se encuentren a gran altitud (por encima de 3.500 metros), porque la concentración de oxígeno es más baja y puede agudizar los síntomas. En España el porcentaje de población que vive por encima de los 1.500 metros es escaso.
- Asociaciones de pacientes: intercambiar experiencias con personas que están viviendo la misma situación y relacionarse con otros, les ayudará a superar las adversidades. Además, estas entidades también brindan apoyo psicológico a amigos, familiares y cuidadores.
Fuentes:
https://www.conhipertensionpulmonar.com/la-hipertension-pulmonar-una-enfermedad-rara/ (Consultado 30/04/2021)
https://www.oximesa.es/blog/consejos-para-la-hipertension-pulmonar/ (Consultado 30/04/2021)
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