Los cánceres de piel se manifiestan de múltiples formas, por lo que si aparece cualquier tipo de lesión en la piel (manchas, costras, nódulos, úlceras) o se producen cambios en las ya existentes (crecimiento, variaciones de color o forma, sangrado, picor), debe acudir al dermatólogo.
Las alteraciones que se producen en la piel, debido a que es un órgano superficial, pueden ser detectadas con facilidad.
El objetivo de la autoexploración cutánea es que cada persona conozca las características de su piel, de manera, que ante cualquier cambio, acuda al médico para que realice el diagnóstico y tratamiento adecuados. Los cambios pueden ser tanto la aparición de una nueva lesión (lunar, mancha, costra…) como variaciones de una ya existente (un lunar que cambia de forma, tamaño, color…).
El aspecto de las lesiones que pueden presentar los cánceres de piel es muy variado. En el caso de los carcinomas, destacan la aparición de manchas (generalmente rojizas) que pueden descamarse y sangrar, nódulos (elevaciones o prominencias redondeadas en la piel) y úlceras que no cicatrizan. En los melanomas las características que presentan las lesiones con mayor frecuencia vienen determinadas por la regla del A, B, C, D:
A: Asimetría
B: Bordes irregulares
C: Color variado
D: Diámetro mayor de 6 mm.
E: Evolución (cambio de aspecto)
La autoexploración de la piel, es un método importante a la hora de diagnosticar lo antes posible un cáncer.
Ante cualquier lesión que presente alguna de estas características debe consultar con el dermatólogo a la mayor brevedad.
Fuente: Sol y cáncer, Asociación española contra el cáncer disponible en
https://www.aecc.es/es/todo-sobre-cancer/prevencion/evita-exposicion-sol/sol-cancer-piel
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