El viernes anterior al equinoccio de primavera se celebra el Día Mundial del Sueño con el objetivo de sensibilizar a la población de la importancia que tiene el dormir bien. El lema del 2022 ha sido “Sueño de calidad, Mente sana, Mundo feliz”. Este lema pretende destacar lo fundamental que es tener un sueño de calidad y su relación con una salud mental óptima.
De acuerdo con numerosos estudios realizados sobre el sueño, se puede concluir que nuestra calidad de vida mejoraría notablemente si dedicáramos el tiempo suficiente a tener un sueño de calidad. Sin embargo, en el mundo acelerado de hoy, la mayoría de las personas no logran descansar de forma adecuada. Existen varios tipos de trastornos del sueño: apnea del sueño, narcolepsia, síndrome de las piernas inquietas o insomnio, siendo este último el más frecuente.
Hablamos de insomnio cuando los problemas de calidad y/o cantidad del sueño sobrepasan una intensidad que los hace intolerables. Las manifestaciones más características del insomnio son las dificultades para conciliar y/o mantener el sueño o el despertarse demasiado temprano. En definitiva, la falta de un sueño reparador. Esto normalmente ocasiona consecuencias negativas que provocan síntomas como alteraciones del humor, dificultad para concentrarse, somnolencia durante el día, cansancio físico y mental, estado general de nerviosismo, tensión y ansiedad.
Una de las estrategias para el manejo del insomnio es conseguir una adecuada higiene del sueño, una serie de hábitos de conducta que ayudan a mejorar el sueño. La Word Sleep Society resumió esos hábitos en estos 10 puntos clave:
- Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
- Si tiene la costumbre de hacer siesta, no exceder los 45 minutos de sueño diurno.
- Evitar la ingesta excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse y no fumar.
- Evitar consumir productos con cafeína 6 horas antes de acostarse, incluyendo bebidas como el café, té o refrescos y el chocolate.
- Evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse.
- Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
- Usar ropa de cama cómoda y acogedora.
- Encontrar una temperatura de la habitación que nos resulte confortable para dormir.
- Bloquear todo el ruido que pueda distraernos y eliminar la mayor cantidad de luz posible.
- Evitar usar la cama para ver la televisión, leer o estudiar.
Fuentes (consultadas 14/03/2022):
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