De todos es conocido los efectos del tabaco a distintos niveles: causa problemas de salud como enfermedades cardiovasculares y pulmonares crónicas e incluso algunos tipos de cáncer. Algunos estudios recientes, relacionan también el ser fumador con un mayor riesgo de desarrollar esclerosis múltiple.
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune multifactorial de causa todavía desconocida, pero se sabe que los factores genéticos y ambientales juegan un papel importante. Entre los factores ambientales se encuentra el tabaco, que se ha asociado tanto a un aumento de la susceptibilidad como a un aumento de la progresión.
Aunque el mecanismo por lo que esto sucede no está del todo claro, los estudios que se han realizado hasta el momento coinciden en la mayoría que el tabaco tiene un efecto negativo sobre la esclerosis múltiple:
- Fumar incrementa el riesgo de desarrollar la enfermedad.
- Empeora la evolución de la enfermedad.
- Aumenta la discapacidad.
- Dejar de fumar tiene un efecto beneficioso.
El tabaquismo se trata de un factor ambiental evitable que ha mostrado un aumento de riesgo de esclerosis múltiple, por lo que los pacientes con esclerosis múltiple deberían dejar de fumar.
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