¿Qué son los anticuerpos monoclonales?
Una de las formas en que el sistema inmune ataca a las sustancias extrañas (antígenos) es mediante la formación de anticuerpos. Estas proteínas que circulan por todo el organismo se adhieren a los antígenos forzando que otras células del sistema inmunitario las destruyan de manera específica.
Concretamente, los anticuerpos monoclonales (mAbs) son moléculas producidas en el laboratorio y diseñadas para restablecer, mejorar, modificar o imitar el ataque del sistema inmunitario a las células no deseadas. En los últimos 20 años, estos fármacos han supuesto una gran revolución terapéutica gracias a su enorme especificidad de diana. Los mAbs han demostrado su eficacia en enfermedades gastrointestinales, especialmente en la enfermedad inflamatoria intestinal, en enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o la psoriasis, y en una gran variedad de cánceres. Además, cada vez se proponen más enfoques terapéuticos para los mAbs, tal y como se ha demostrado para la COVID-19.
¿Por qué se habla de vacunación en pacientes en tratamiento con mAbs?
Los mAbs pueden tener efecto inmunosupresor disminuyendo la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y otras enfermedades. Se ha documentado, por ejemplo, que el anticuerpo monoclonal infliximab aumenta el riesgo de infecciones respiratorias y urinarias. Debido a este efecto sobre el sistema inmune de los mAbs, se recomienda que los pacientes que inicien tratamiento con estos fármacos acudan a una consulta de vacunación, para prevenir posibles infecciones. Sin embargo, hay que destacar que no todos los mAbs tienen efectos inmunosupresores y por lo tanto será necesario tener en cuenta la enfermedad, el anticuerpo monoclonal y los otros tratamientos que lleve prescritos el paciente antes de considerar la vacunación.
¿Cuáles son las recomendaciones? Las recomendaciones de vacunación dependen del grado de inmunosupresión de los mAbs y del tipo de vacuna. En la tabla inferior se recogen las vacunas recomendadas para los pacientes en tratamiento con mAbs que tienen capacidad inmunosupresora.
Además de las recomendaciones mencionadas, en estos pacientes es conveniente:
- Comprobar la inmunidad previa del paciente a sarampión, rubeola, parotiditis y varicela. Si es necesaria la vacunación, hay que tener en cuenta que es una vacuna atenuada, por lo que están contraindicadas durante el tratamiento mAbs inmunosupresores. Deben administrarse 4 semanas previas del inicio del tratamiento con mAbs.
- Evaluar la vacunación antigripal en las campañas anuales.
- Confirmar si el paciente ha recibido un régimen de vacunación contra el VHB para valorar la vacunación primaria, la revacunación o nada.
- Considerar la vacunación para el VHA en pacientes que estén en tratamiento con algún mAbs que produzca reactivación del virus del VHB como efecto secundario o que provoque hepatitis o aumentos de transaminasas de forma frecuente.
¿Y qué hay respecto a la vacuna contra la COVID-19?
Se recomienda su administración en pacientes con tratamiento inmunosupresor ya que el perfil de seguridad es similar al de la población general y la vacunación supone una medida preventiva importante. Hay que tener en cuenta que la vacunación se debe realizar cuando la enfermedad de base sea estable y no se debe interrumpir ni modificar la pauta de tratamiento con mAbs inmunosupresores para recibir la vacuna. Se debe priorizar el uso de vacunas de ARN mensajero como Comirnaty® o Moderna®.
En cualquier caso, el especialista que le prescriba un anticuerpo monoclonal le informará del efecto inmunosupresor del fármaco en cuestión y de los pasos a seguir antes de iniciar el tratamiento en cuanto a lo que inmunidad se refiere. Lo habitual es realizar una consulta a la unidad de vacunación de medicina preventiva de su hospital.
Fuentes consultadas (07/02/2022):
Deja una respuesta