El dolor se define como la experiencia sensorial y subjetiva desagradable que generalmente se asocia con una lesión presente o potencial; y es el resultado de una excitación o estimulación de terminaciones nerviosas sensitivas especializadas.
La presencia del dolor dentro de un proceso oncológico es variable, y depende del tipo y de la extensión de la enfermedad, así como de la propia tolerancia individual al dolor de cada persona. Se calcula que el dolor es el síntoma principal en los pacientes oncológicos en tratamiento. El dolor afecta negativamente a las funciones corporales, causando e intensificando los trastornos del sueño,disminuyendo el apetito, limitando las capacidades de ejercicio y actividad física y las relaciones sociales. Se debe considerar el dolor de manera global. Englobaremos en este concepto la idea de que no sólo el dolor será el del aspecto puramente físico sino que también incluirá los aspectos psicológicos, espirituales y sociales del mismo. En resumen, disminuye la calidad de vida. Por ello, el alivio del dolor es prioritario en todos los tratamientos del cáncer.
El dolor puede tener distintos orígenes, por lo que su aparición no tiene por qué ser un signo de progresión de la enfermedad. Se clasifica en función de la intensidad, duración y características. Es fundamental que indique de la forma más específica posible las características de su dolor explicándolo al médico con detalles. Así, es más fácil elegir el tratamiento adecuado que le ayude a aliviar el dolor.
El tratamiento puede ser farmacológico o no farmacológico (otras técnicas como la fisioterapia). La elección del tratamiento depende de su médico, Esta elección se lleva a cabo de manera individualizada, teniendo en cuenta las características del dolor, como son su intensidad y el momento en el que se encuentra la enfermedad.
Los medicamentos más utilizados son:
- Analgésicos no opioides: paracetamol, metamizol, ibuprofeno, naproxeno, ketorolaco, diclofenaco, piroxicam, etc.
- Analgésicos opioides:
- Opioides menores: tramadol, codeina.
- Opioides mayores: morfina, fentanilo, buprenorfina, oxicodona, hidromorfona.
- Medicamentos adyuvantes: antidepresivos y anticonvulsivantes, corticoides, anestésicos locales.
Según su evolución y la respuesta del tratamiento del dolor, su médico modificará su tratamiento de acuerdo a los diferentes niveles de la escala analgésica:
1º. Analgésicos no opioides +/- medicamentos adyuvantes.
2º. Opioides menores +/- Analgésicos no opioides +/- medicamentos adyuvantes.
3º. Opioides mayores +/- Analgésicos no opioides +/- medicamentos adyuvantes.
En la actualidad se dispone de un gran número de medicamentos para su tratamiento, por lo que a pesar de su frecuencia, intensidad y duración, en la mayoría de los casos el dolor responde bien al tratamiento con analgésicos.
Fuente: – El dolor en el paciente oncológico. Oncovida. Sociedad Española de Oncología médica.
- Generalidades del Dolor oncológico. Sociedad española del dolor.
- El dolor. Asociación española contra el cáncer.
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